¿Sufre dolor en las encías, molestias o incluso sangrado?
Es probable que esta situación sea un pedido de ayuda de su organismo. Por eso, ¡no lo ignore! Es importante escuchar las señales que envía el cuerpo para que un problema sencillo y fácil de tratar no evolucione en algo más grave, como la gingivitis.
Para conocer un poco más sobre el dolor de encías, sus causas y los hábitos recomendados para tratarlo, lea este artículo preparado especialmente para usted.
¿Qué causa el dolor en las encías?
El dolor de encías surge por diferentes razones, entre ellas la gingivitis, que es una de las principales. Descubra el origen de este malestar para prevenir problemas más graves y mantener su salud bucal.
Higiene bucal inadecuada
Si no se preocupa por su higiene bucal, esto puede generar dolor en la encía. Cuando los dientes no se cepillan correctamente o con la suficiente frecuencia, se pueden acumular bacterias y restos de comida entre ellos y en la línea de las encías, formando una placa dental.
Una vez formada, esta placa puede provocar inflamación en las encías, molestias y dolor.
Traumatismos físicos o cepillado muy vigoroso
Cepillarse los dientes con demasiada fuerza puede dejar la encía dolorida. Esto sucede por la presión excesiva que se ejerce sobre ella.
Este exceso de fuerza puede conducir a inflamación y malestar en la encía, en especial si ya se encuentra sensible por otros motivos. Además, con el tiempo, esta fricción constante e intensa puede desgastar el tejido gingival, aumentando la sensibilidad y la posibilidad de sangrado.
Lo ideal es cepillar sus dientes con un cepillo de cerdas suaves, realizando movimientos circulares con suavidad.
Aparición de las muelas del juicio
Las muelas del juicio son aquellas cuatro que se encuentran al fondo de la boca, dos en la parte superior y dos en la inferior. Se llaman también terceros molares y suelen aparecer entre los 17 y 25 años.
Cuando surgen y no logran romper la encía con normalidad, pueden convertirse en un problema para los dientes vecinos. A veces crecen en ángulos extraños, cerca de otro diente o en la parte posterior de la boca, provocando dolor en las encías.
Infecciones como gingivitis y periodontitis
La infección de la encía también produce dolor, porque es una respuesta ante la inflamación del cuerpo.
La gingivitis aparece cuando la placa bacteriana se acumula en los dientes y a lo largo de la línea de las encías y, además de dolor, puede provocar inflamación, enrojecimiento y sangrado. Si no se trata, puede evolucionar en periodontitis, que es una etapa más avanzada de la enfermedad.
La periodontitis es más grave porque puede afectar los tejidos que soportan los dientes, provocando su pérdida.
Candidiasis oral o aftas
La candidiasis, causada por un hongo, y las aftas, producidas por lesiones o irritaciones locales, pueden generar dolor en las encías debido a la inflamación y al daño de los tejidos.
La candidiasis oral se desarrolla cuando hay un crecimiento excesivo del hongo Candida albicans en la boca, lo que produce manchas blancas que se extienden por la encía y causan sensibilidad y malestar. Este problema aparece por distintos factores, entre otros: diabetes, uso de antibióticos, sistema inmunológico debilitado, cuestiones alimentarias e incluso estrés.
Las aftas son úlceras pequeñas y dolorosas que se forman en la mucosa oral, incluyendo las encías, debido a motivos como traumatismos físicos, alteraciones hormonales, estrés y cuestiones nutricionales como la ausencia de vitaminas y minerales o alergias alimentarias.
Uso de aparatos o prótesis
Los aparatos de ortodoncia y las prótesis pueden causar dolor de encías debido a la presión que ejercen sobre los tejidos bucales.
En el caso de los aparatos, la fuerza que se aplica para mover los dientes genera molestias e inflamación en la encía, ya que esta debe adaptarse a los cambios de posición de los dientes.
La prótesis dental, si no está bien colocada o ajustada, puede crear puntos de presión en el tejido gingival, ocasionando heridas o úlceras mucosas.
La presencia de estos dispositivos facilita la aparición de la placa bacteriana, ya que dificultan un poco el cepillado. Por eso, es fundamental cuidar la higiene bucal a diario, en especial después de las comidas.
Dientes o restauraciones rotas
Cuando un diente se rompe, en especial si la fractura llega a la pulpa donde están los nervios, se puede sentir dolor en la encía del diente o sensibilidad al calor, frío y presión. Este malestar se debe a la proximidad de los nervios y a la respuesta inflamatoria del cuerpo ante una lesión.
De la misma manera, los empastes rotos o sueltos pueden dejar expuestas estas áreas sensibles del diente. Esto también facilita la entrada de bacterias, que provoca irritación e inflamación de las encías circundantes.
Si se le rompió un diente o una restauración, contacte a un dentista lo antes posible.
Mordida cruzada o problemas dentales
Cuando los dientes no se alinean de forma correcta al morder, puede producirse una distribución desigual de la presión durante la masticación. El resultado de esto son los puntos de alta presión en algunas partes de las encías, que causan irritación, inflamación y dolor.
Además, los dientes superpuestos son más difíciles de limpiar, lo que aumenta el riesgo de acumular placa bacteriana y desarrollar gingivitis.
Pero, ¡no se preocupe! Estos problemas se resuelven con un tratamiento de ortodoncia.
¿Qué hacer si las encías duelen?
Los problemas de encías se pueden prevenir con una buena rutina de higiene bucal y una pasta dental específica, como la pasta dental Colgate Total Prevención Activa Encías Saludables, que fortalece las defensas naturales de la boca, combate las bacterias y el mal aliento por hasta 24 horas* y ayuda a prevenir el sangrado gingival.
Sin embargo, cuando ya tiene dolor de encías, el primer paso es consultar con su dentista. Solo un profesional puede diagnosticar este problema y recomendar el mejor tratamiento para solucionarlo.
Por supuesto, hay algunas cosas que puede hacer para intentar reducir este malestar hasta el día de la consulta como, por ejemplo:
- evitar alimentos muy duros;
- no consumir alimentos o bebidas muy fríos o calientes;
- enjuagar la boca con agua tibia y sal;
- usar una compresa fría.
*Con el cepillado 2 veces por día y uso continuo por 4 semanas.
Descubra algunos hábitos para mantener sus encías sanas en casa
¿Sabía que la mejor forma de mantener sus encías saludables es cuidarlas bien y prevenir la aparición de problemas bucales? A continuación, conozca algunos buenos hábitos para mantener en casa y evitar la aparición de dolor en la encía.
Adopte una rutina diaria de cuidado de la higiene bucal
Los cuidados bucales deben estar presentes en su día a día, así como todas las otras actividades importantes.
La mejor forma de mantener su salud bucal al día es con el cepillado y el uso del hilo dental. Por eso, realice la higiene oral por lo menos dos veces al día, después de cada comida y principalmente antes de irse a dormir. Si puede, ¡complete esta rutina con el uso de un enjuague bucal para estar seguro de eliminar las bacterias de su boca!
Adopte una dieta equilibrada y saludable
¿Sabía que los alimentos y bebidas azucarados pueden contribuir al dolor de encías? Pues, sí. Esto sucede porque las bacterias presentes en la placa se alimentan de azúcar y siguen produciendo ácido, que desgasta el esmalte de los dientes.
Tampoco se recomiendan alimentos ni bebidas ácidos. Estos debilitan la barrera protectora de sus dientes, facilitando el trabajo de las bacterias.
Adopte una alimentación balanceada y saludable, consuma más frutas, verduras y hortalizas.
Deje de fumar
Fumar puede provocar dolor en las encías de diferentes maneras. El tabaco reduce la capacidad del sistema inmunitario para combatir infecciones, facilitando la aparición de problemas como la gingivitis y la periodontitis.
Fumar también provoca inflamación directa de las encías y los tejidos de la boca, debido a las sustancias químicas que se encuentran en el cigarrillo. Además, altera la circulación sanguínea, comprometiendo la capacidad de la encía para sanar luego de lesiones o procedimientos dentales.
Consulte con su dentista de forma regular
Los hábitos de higiene bucal son fundamentales, pero no son suficientes para mantener su salud bucal.
Programe citas con su dentista por lo menos dos veces al año. Solo un profesional es capaz de examinar su boca y entender qué cuidados son necesarios para mantener una sonrisa brillante y saludable.